miércoles, 16 de febrero de 2011

Cuento del leñador honesto

Había una vez una familia muy pobre. Ésta tenía 2 niños, la madre poseía un pequeño puesto de frutas que ponía en la plaza del pueblo todos los sábados, y el padre era leñador. Un día normal el leñador subió al monte a trabajar, deteniéndose junto a un río que bajaba con fuerza desde las altas cumbres de las montañas. Allí empezó a talar, las astillas saltaban por todas las partes, y los golpes de hacha eran tan fuertes que parecía que eran 20 leñadores los que talaban. Cansado, con las manos sudorosas, sin darse cuenta el hacha se le resbaló, cayendo al fondo del río. El leñador preocupado se acercó a la ribera:
-¡Oh no! Mi hacha ha caído al río, ¿cómo trabajaré ahora? Mi mujer no puede sacar adelante sola a toda la familia...
Pero para su asombro, de las aguas salió el hada del río, con cara azulada, un vestido verde y los ojos verdes más bonitos que se puedan imaginar.
-¿Qué ocurre leñador, de qué te lamentas?-le dijo ésta.
-Mi hacha acaba de caerse al río, y no puedo pagar otra nueva, estoy perdido...
El hada dijo que no se preocupara, se sumergió en el río y volvió a salir con un hacha de plata.
-¿Es ésta tu hacha?-le dijo.
El leñador pensó que si vendía ese hacha podría ganar el dinero suficiente para cuidar de su familia. Pero prefirió no mentir.
-No, ésa no es mi hacha.
El hada dejó el hacha de plata en la orilla y se sumergió de nuevo. Al rato salió con otro hacha.
-¿Es ésta tu hacha?
-No, no. Ese hacha es de oro, la mía es de acero y muy vieja.
El hada dejó el hacha de oro en la orilla y se sumergió otra vez. Esta vez emergió con el viejo hacha de acero en las manos.
-Sí, esa es mi hacha-dijo el leñador.
-Y las otras dos también, pues has sido honrado, te las mereces por bueno que eres.

Entonces el leñador contento volvió a casa con las 3 hachas. Vendió el hacha de oro y la de plata y eso le permitió a su mujer crear un puesto más grande y a sus hijos ir a la escuela. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


-Adaptación propia-

No hay comentarios:

Publicar un comentario