lunes, 28 de febrero de 2011

Lo mismo

Lo mismo, mi vida siempre fue lo mismo. El mismo quehacer de todos los días. Mi vida no ha cambiado, es la misma. Las mismas preocupaciones, las mismas ocupaciones, las mismas broncas por las mismas cosas, la misma casa, la misma ventana, los mismos tejados, el mismo árbol sin hojas, los mismos pájaros, las mismas cosas me producen las mismas molestias. Los mismos estudios, las mismas asignaturas que no me interesan, el mismo pueblo, la misma gente, la misma ropa, la misma moral, la misma educación. Los mismos libros, los mismos cuadros que no puedo pintar, las mismas películas, las mismas canciones, los mismos lugares para salir, los mismos dibujos, los mismos temas de conversación...
Todo, todo es lo mismo, siempre lo mismo... Tan igual a lo que ha sido siempre que a veces no creo que nada vaya a cambiar en mi vida, que fuera a ser siempre el mismo y que sólo me quede esperar a morir, viendo como mis sueños fueron degollados por los mismos puñales de lo mismo de siempre.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Serenidad

Últimamente estoy intentando mantener la paz mental. Hay tantas cosas que me molestan: la presencia de mi madre, los ruidos, los anuncios del Spotify, el frío, el estar toda una tarde estudiando... Son pequeñas cosas que me molestan y que marcan mi estado de ánimo. Estoy intentando por todos los medios mantener un equilibro en la mente, que todos mis pensamientos se callen, que mi estado de ánimo se apacigüe. Es muy difícil, me rondan por la cabeza demasiados pensamientos y deseos. ¿Será así mi mente durante toda mi vida, o se volverá más serena, librándose de las pasiones, cuando haya madurado?

Soy alguien que busca el conocimiento como manera de perfeccionar mi propio ser y existencia. Intento mantener la atención en cosas que me pueden ayudar y reflexionar sobre mis pasiones. Pero ay, es tan complicado agarrarse a la cornisa de la razón para no dejarse llevar por las pasiones... Quizá es lo que me toque superar, pues forma parte de mi adolescencia, demasiadas amistades, amoríos y planes de futuro me distraen del presente.

Puedo afirmar muchas veces que los pensamientos son siempre guiados por las pasiones que nos arrastran en ese momento, sin embargo es más placentero pensar con una mente absolutamente calmada que pensar en caliente. Cuando, tras un gran esfuerzo de meditación, consigo que el mar de mi mente se calme, consigo estar más relajado y comprender mejor lo que me toca hacer. Sin embargo creo que es mejor no sentirme bien cuando lo consigo, pues esa felicidad inicial se me estropea con el mínimo detalle molesto que me ocurra después.

Quiero trabajar en dominar mi mente, en mantener constantemente un estado neutro, receptivo, que estudie todos mis problemas uno por uno. Ésto lo llevaré a la práctica, si por ejemplo, estudio un amor desde la neutralidad y armonía absoluta y veo que es bueno, me desataré a las pasiones.
Pero este ejemplo último es muy difícil, pues siempre nos llevamos antes por las pasiones que sentimos por alguien, y luego nos damos cuenta de lo malo, lo cual ya deberíamos haber sabido si hubiéramos mantenido nuestra mente en armonía.

Como conclusión, estoy luchando contra las cosas menos importantes o inadecuadas con el fin de perfeccionarme. Una mente neutra es equilibro y el equilibrio de nosotros mismos es el bien, es decir, la perfección de nuestro ser.

lunes, 21 de febrero de 2011

Antología de la literatura latina

Hemos comprado para clase de latín un libro llamado "Antología de la literatura latina", por José Carlos Fernández Corte y Antonio Moreno Hernández. Es una colección de los textos de los diferentes autores romanos, así como Catulo, César, Fedro, Plauto, Terencio, Séneca y muchos más. Contiene poesías, prosas, fábulas y otras. Es una herramienta muy útil para el conocimiento de la cultura clásica, en mi opinión, y he recibido este libro con entusiasmo, pues me gusta bastante la cultura clásica. Pondré uno de los poemas de Catulo, aprovechando esta entrada:

Ruptura definitiva con Lesbia



Furio y Aurelio, acompañantes de Catulo,
bien penetre en la lejana India,
donde la costa es batida por las aguas orientales
que resuenan a lo lejos,
bien en Hircania o en la afeminada Arabia,
o entre los Sagas o entre los flecheros Partos,
o en las aguas que colorea el Nilo
de siete bocas,
bien atraviese los altos Alpes,
para admirar los trofeos del poderoso César
o el Rhin a su paso por la Galia o los terribles
y lejanos británicos,
vosotros, dispuestos a afrontar tales aventuras
y lo que disponga la voluntad de los dioses,
comunicad a mi amada este breve y
no agradable mensaje:
que viva y lo pase bien con sus amantes,
esos trescientos que estrecha a la vez en sus brazos,
sin amar de verdad a ninguno, pero rompiendo por igual
los ijares de todos,
y que no busque, como antes, mi amor,
que por su culpa ha muerto como una flor
al borde de un prado, cuando el arado
la troncha al pasar.

jueves, 17 de febrero de 2011

La historia de Izaskun

Izaskun vivía con su retrógrado padre y su hermano mayor. Ella estaba enamorada de Eneas, pero no podía verle nunca, pues su padre no le dejaba acercarse a la casa de éste, así que se comunicaban por cartas. Un día su padre mandó a Izaskun a comprar verduras, pero ésta, pasada toda la tarde y olvidándose del recado, llegó a su casa sin nada, ni siquiera el dinero.
-¡Ya has perdido el dinero, si es que no se puede confiar en ti!-vociferaba el padre.-¡Ahora mismo vuelve donde hayas estado y no vuelvas hasta que las encuentres!
Izaskun se adentró en un oscuro bosque, lo árboles no daban paso alguno a la luz y todo estaba lleno de musgo y barro. Los chicos del pueblo, que vieron a Izaskun entrar en el bosque, decidieron gastarle una broma. Se disfrazaron de fantasmas e intentaron asustarla. Ella, que nunca tuvo miedo de nada, se puso a hablar con los fantasmas:
-¡Somos los fantasmas del bosque, te arrepentirás de haber entrado aquí y habernos despertado de nuestro sueño eterno!
-¿Y por qué tendría que arrepentirme?, no os levantaríais de tan mal humor si durmierais menos.-decía ella, entre risas.
-¿Acaso no nos tienes miedo?
-No, no tengo ni idea de lo que es el miedo, ¿me lo vais a enseñar vosotros?
-¡Ahora mismo!
-Já, será si yo quiero.-dijo mientras les arrancaba las máscaras.- Ajá, conque sois vosotros, os vais a enterar de lo que es asustar a una chica...
Los muchachos salieron corriendo, a uno se le cayó una bolsa, era el dinero de Izáskun.

Días más tarde, fue enviada a otro recado, y se repitió la misma historia. Su retrógrado padre, enfadadísimo, la echó de casa, diciéndole que volviera cuando se haya convertido en una mujer madura.
Y así comienza la historia de Izáskun. Salió del pueblo con tan solo 20 monedas de oro y anduvo por los caminos durante días. Una mañana, en su caminar, se topó con un fauno llamado Lupercus y pronto se hicieron amigos. Lupercus era un vagabundo y siempre estaba pidiendo dinero y comida. Izaskun solo tenía sus 20 monedas, y no se las iba a dar de buenas porque ella las necesitaba.
-Ya sé, te daré mis 20 monedas si me enseñas lo que es el miedo-dijo.
-¿Cómo? ¿No sabes qué es el miedo?-dijo Lupercus sorprendido.
-No.
-¿No tienes miedo a nada?
-No.
-¿No tienes miedo a las serpientes ni a las arañas?
-En absoluto.
-Mmmmm... bueno, por el camino iré pensando en algo, a ver qué se me ocurre...
Así, el bueno de Lupercus estuvo intentando asustarla durante todo el camino, pero no pudo en absoluto. Un día llegaron a la ciudad de Cartago, al norte de África. Un legado vociferaba en la plaza, junto al palacio.
-¡¡Aquél hombre que aguante 3 días y 3 noches en la casa encantada, podrá casarse con Liria, la hija del rey!!
-¡Tú, ¿y que hay de las mujeres?! ¿Ellas no pueden o qué?-le gritó Izaskun al legado desde lejos.
-Ja, ja, ja. Una mujer no tiene las sufientes agallas como para soportar el miedo más terrible de Cartago. 
-Verás cómo soy capaz, incluso podría aguantar un día más.
Aceptado el reto, Izaskun fue con Lupercus a la casa. Lupercus tenía tanto miedo que decidió no pasar, así que ella entró enfrentándose a los horrores que le esperaban. Allí, todas las habitaciones eran frías y no se oía nada, la lluvia golpeaba los cristales de las oscuras ventanas. Izaskun decidió explorar durante el día. Caída la noche se fue a dormir. Nada más meterse en la cama, empezó a oír cadenas y lamentos. Los pies del espíritu se arrastraban lentamente por el pasillo, oyéndose desde lejos y con ellos, las cadenas. El fantasma golpeaba los muebles del pasillo, cada vez más fuerte y acercándose a la puerta de la habitación de Izaskun cada vez más. Los lamentos del fantasma en una lengua ya muerta y olvidada hacía estremecerse a cualquiera con historias antiguas de pue...
-¡CÁLLATE YA Y DÉJAME DORMIR, LECHES!-gritó furiosa Izáskun, saliendo de golpe de la habitación, cogiendo al espectro del cuello y lanzándolo por la ventana. El fantasma no volvió más.

Por el día, mataba el tiempo leyendo junto al fuego, pues nada ocurría con la presencia del sol en la casa. La segunda noche, ya apunto de dormirse empezó a oír rugidos. Cuando de pronto 3 leones grandes como torres echaron la puerta abajo, lanzándose sobre ella. Fue cuando inmovilizó a los animales, domándolos, éstos empezaron a encoger hasta convertirse en gatitos. Izaskun jugó con ellos toda la noche.

La tercera noche, ya dormida, se despertó con unos ruidos en la cocina. Cuando bajó vio unos 8 zombies buscando comida, que se abalanzaron sobre ella. 
-Queridos amigos, no es de buenos huéspedes entrar a una casa y comerse a la anfitriona así de primeras. Haremos un trato, haremos un banquete con lo mejor que hay en la casa y, llegado el día, podréis devorarme como plato final.
Los zombies, como siempre cortos de entendederas, aceptaron. En la casa había mucha comida, abandonada por los machotes que querían aceptar el reto de la casa y no lo consiguieron. Después de acompañarles en la cena que duró toda la noche, comenzó a salir el sol. Fue cuando, los zombies fueron a por Izaskun, pero el sol de las mañana incidió sobre sus pieles, abrasándolos vivos.

Finalmente la cuarta noche, decidida a dormir, pues los inconvenientes de las noches anteriores no la dejaron, se quedó frita en el sofá de la salita. Entonces tuvo una pesadilla, un psicópata la perseguía para descuartizarla. Pero ella, tan serena como siempre, consiguió encerrarlo en una habitación estrecha, tapiando la salida.

Así salió a la mañana siguiente de la casa, encontrándose a Lupercus, que había acampado en la entrada. Cuando llegaron a Cartago, toda la ciudad vitoreaba el nombre de Izaskun. Izaskun aprovechó para decirle a la princesa Liria que no es objeto de nadie, y que ella es mucho más que un simple trofeo de una competición estúpida.

Izaskun decidió volver a casa, considerando haber triunfado. Un día en el camino, Lupercus le dijo que debía seguir su camino, y que debían separarse. Ella comprendió y le dio sus 20 monedas, no le había hecho conocer el miedo, pero por ser su amigo se merecía eso y mucho más. Cuando llegó a casa, se enteró de que Eneas había caído enfermo por la soledad de no verla. Izaskun se sintió culpable y fue a verle. Cuando lo vio en la cama, blanco y frío como un muerto no pudo contener los nervios, los pelos de la nuca se le erizaron y empezó a temblar, luego empezó a llorar como nunca lo hizo. Después, lo besó y éste despertó, fue entonces cuando el color y el brillo de los ojos les volvieron a ambos. Había conocido por fin el miedo, comprendiendo que el miedo no está en seres horribles y fantásticos, sino en lo más importante de nuestras vidas.

Y así, el padre retrógrado de Izaskun aceptó el compromiso y dejó de ser retrógrado, se compró una moto y se fue a dar la vuelta al mundo. Izaskun y Eneas se casaron y vivieron felices para siempre.

-Versión propia-

miércoles, 16 de febrero de 2011

Cuento del leñador honesto

Había una vez una familia muy pobre. Ésta tenía 2 niños, la madre poseía un pequeño puesto de frutas que ponía en la plaza del pueblo todos los sábados, y el padre era leñador. Un día normal el leñador subió al monte a trabajar, deteniéndose junto a un río que bajaba con fuerza desde las altas cumbres de las montañas. Allí empezó a talar, las astillas saltaban por todas las partes, y los golpes de hacha eran tan fuertes que parecía que eran 20 leñadores los que talaban. Cansado, con las manos sudorosas, sin darse cuenta el hacha se le resbaló, cayendo al fondo del río. El leñador preocupado se acercó a la ribera:
-¡Oh no! Mi hacha ha caído al río, ¿cómo trabajaré ahora? Mi mujer no puede sacar adelante sola a toda la familia...
Pero para su asombro, de las aguas salió el hada del río, con cara azulada, un vestido verde y los ojos verdes más bonitos que se puedan imaginar.
-¿Qué ocurre leñador, de qué te lamentas?-le dijo ésta.
-Mi hacha acaba de caerse al río, y no puedo pagar otra nueva, estoy perdido...
El hada dijo que no se preocupara, se sumergió en el río y volvió a salir con un hacha de plata.
-¿Es ésta tu hacha?-le dijo.
El leñador pensó que si vendía ese hacha podría ganar el dinero suficiente para cuidar de su familia. Pero prefirió no mentir.
-No, ésa no es mi hacha.
El hada dejó el hacha de plata en la orilla y se sumergió de nuevo. Al rato salió con otro hacha.
-¿Es ésta tu hacha?
-No, no. Ese hacha es de oro, la mía es de acero y muy vieja.
El hada dejó el hacha de oro en la orilla y se sumergió otra vez. Esta vez emergió con el viejo hacha de acero en las manos.
-Sí, esa es mi hacha-dijo el leñador.
-Y las otras dos también, pues has sido honrado, te las mereces por bueno que eres.

Entonces el leñador contento volvió a casa con las 3 hachas. Vendió el hacha de oro y la de plata y eso le permitió a su mujer crear un puesto más grande y a sus hijos ir a la escuela. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


-Adaptación propia-

jueves, 3 de febrero de 2011

Discurso de la dignidad del hombre

Tú, que no estás restringido por estrechos lazos, según tu propia y libre voluntad (...), definirás tu naturaleza por ti mismo. Te he puesto en el centro del Universo para que así puedas contemplar del modo más conveniente todo lo que existe en el mundo. Tampoco te he hecho celeste o terrestre, mortal o inmortal, para que tú seas, por así decirlo, tu propio y libre creador y te des la forma que creas óptima. Tendrás poder para descender hasta las bestias o criaturas inferiores. Tendrás poder para renacer entre las superiores y las divinas, según la sentencia de tu intelecto.

-Pico della Mirandola-

martes, 1 de febrero de 2011

Barcelona dice adiós a la "Victoria" de Franco

Entre banderas tricolor y gritos de "¡Viva la República!" fue retirada ayer la estatua franquista de la Victoria en el cruce de la Diagonal con el paseo de Gràcia de Barcelona. La retirada de la escultura se produce en cumplimento de la Ley de Memoria Histórica. La Victoria -de bronce y cuatro metros de altura- era el último monumento franquista que pervivía en las calles de la capital catalana. La estatua, obra de Frederic Marès, se colocó en 1939 tras ser desalojada otra que representaba la República y que formaba parte del monumento al que fue presidente de la primera República, Francesc Pi i Maragall. La escultura retirada ayer se integrará en la colección de arte contemporáneo del Museo de Historia de la Ciudad.

Blanca Cia, Barcelona - El País

Copio y pego este artículo que salió ayer en el periódico, la verdad que me resultó interesante. Quiero expresar mi opinión a éste tipo de sucesos que tanto critica la gente más conservadora. Hay quien dice que estos actos suponen el esconder la historia y lo que fue España en épocas pasadas. En mi opinión no es así, simplemente que me parece de sentido común que a un tirano no se le engalardone de ninguna manera. Pues después de hacer lo que hizo y después de haber luchado en los años 70 por cambiar la situación en la que Franco dejó al país, 36 años ya son suficientes como para reconocer que no tiene nada que premiar. 

Algún día esos 40 años pasarán realmente a la historia, cuando a ninguno de los que entonces vivan les importe lo que hizo ese señor. Y que todo lo que le rendía culto ocupe el lugar que lo que rendía culto a aquellos crueles emperadores romanos: la vitrina de un museo.